SOLEDAD
Cuando visito tu morada,
me encuentro a mi mismo,
serrana de ensueño,
y peregrino en tu ignoto valle.
Encuentro mis deseos en el dominio
de tus emociones,
de tu umbral amante,
y cuando con amor urgente,
nuestros labios se han unido,
la tempestad de oleada intimidad,
chocan desnudas, amadas sin musitar,
con arrogante marejada.
Como dos enamorados en frente del
gran océano y nos amamos provocativos,
intensos, sensuales, peligrosos,
como amor prohibido,
con esperanza loca.
Es aya de esclavitud,
al descorrer el rumor, y
tu desnuda, ansiosa de amor,
desposando ese brillante rayo de atracción,
en mi débil, enajenada pasión, deseo, ansiedad,
de duda y miedo.
Y así …… quise volar,
buscar mi huella,
encontrar una señal, mi realidad,
poder amar,
para saber que se siente,
y observé que jugué al amor,
con la soledad a acuestas
Ahora solo otra vez sin saber que vivir,
solo otra vez sin tener que entregar,
solo otra vez sin tener a quien amar.
y tan solo conmigo mismo refresco la soledad.
Obra: Poesía y canto 1995.
Autor: Luis H. Monsalve.
domingo, 12 de septiembre de 2010
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